jueves, 17 de junio de 2010

Un dia soñe con el cielo

Una tras otra van cayendo las canciones. Golpeando sus oídos, rebotando en su alma, a ratos ahogándole, sumergiéndole en lo mas profundo de la desesperación…otras, elevándole, dejándole respirar , permitiéndole salir por un segundo del infierno. Del hombre del piano a una canción cualquiera de una banda sonora de Tarantino, sabe que algo une todo ese hilo musical, algo que esta dentro de el.

Hoy esta mal, ayer estaba peor. Dentro de la espiral de autocompasión y miseria en la que se había convertido su vida, podría decirse que estaba mejorando. Era como si después de que le hubieran disparado, le hubieran sacado todas las balas. Ahora solo le quedaba restañar las puñaladas.

¿Qué queda? Sabe que debe levantarse. Y lo hace. Pero enseguida vuelve esa sensación de impotencia, de desgana, de un desprecio a todo lo que le rodea y a su propia existencia que le hace volver a tumbarse en la cama…y entonces, es cuando de verdad empieza lo peor. Es cerrar los ojos, y venir a su mente todo aquello que quiere olvidar, todo lo que nunca dijo y debió decir, su imagen, su voz, su presencia.

Esa sensación…te han arrancado el corazón, pero sigues vivo, te han quitado la esperanza, pero no te han concedido el consuelo del descanso. Desearías estar muerto, pero en cierto sentido, ya lo estas.

En realidad, lo más terrible de todo es que conoces lo que va a ser tu futuro, sin el menor genero de duda. Meses de pesadillas, de reproches, de noches desesperantes y días sin sentido. Y al final, el paso del tiempo que terminara enterrando en su seno la angustia y el dolor…pero siempre, siempre, dejando una pequeña esquirla clavada, que jamás podrá ser eliminada. Otra muesca en el revolver del destino, una cicatriz más en el alma.

Nadie debería conocer su destino, si algo nos caracteriza como especie es que somos capaces de evitar pensar en el futuro, nos abstraemos de la realidad, de mirar demasiado adelante…porque todos conocemos el final de la película, y pensar seriamente en eso, nos volvería locos…si de verdad fuéramos tan racionales como presumimos.

1 comentario:

  1. Y sin embargo, no sucedió, o al menos no del todo. A veces es necesario un choque para convertirte en otra persona, incluso de lo malo se aprende.

    Esto lo escribí en septiembre del año pasado, y en conjunto, si hecho la vista atrás, desde entonces, seguramente este fue el año que realmente más he vivido. No fue tan malo, no, el futuro nunca esta marcado del todo...

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